A pocos días para que comience la vendimia preguntamos a Rafael Cuerda, director y enólogo de Bodegas Comenge, sobre la cosecha 2015.

¿En qué estado se encuentra la uva?

El estado de la uva es excepcional, ha sido un año muy seco, con altas temperaturas, con lo cual el desarrollo de enfermedades criptogámicas ha estado muy limitado. En este sentido, ha sido un año fantástico para la sanidad de la uva, no hemos tampoco ningún problema de ataques de polilla del racimo. Un año muy fácil en cuento a la sanidad vegetal.

En cuanto a la maduración, evidentemente estamos teniendo una muy buena maduración porque las condiciones han sido muy interesantes. El mes de septiembre se prevé bastante estable, sin riesgo de precipitaciones, con lo que vamos a conseguir tener una final de maduración muy bueno. Las noches están siendo ya muy frías y la bajada de temperaturas muy acusada, con lo cual también la síntesis de antocianos está siendo buenísima. En las primeras pruebas analíticas los mostos muestran una alta intensidad de color y muy buena maduración. La acidez quizás es un poquito más baja que otros años.

¿Se obtendrán vinos con más graduación que en añadas anteriores?

Bueno, eso depende de cuándo se empiece a vendimiar en cada caso. En el nuestro, vamos a intentar que las uvas no se vayan más de lo deseado  en cuanto a la acumulación de azúcares. Yo creo que es un año muy parecido a 2005, cuando los grados alcohólicos fueron de en torno a 14º Vol. , una buena graduación para los vinos de Bodegas Comenge.

¿Se espera una merma de producción por la falta de agua?

Este año sí habrá una menor producción en comparación con el anterior.  Primero motivada por el tamaño moderadamente menor de los racimos y por también por el peso de la uva, inferior a lo habitual en Bodegas Comenge, debido a la sequía tan acusada. Esperamos rendimientos bajos pero una uva de gran calidad, también parecido a la cosecha 2005, cuando hubo unos rendimientos en torno a los 3.500 kg/Ha pero con una uva aromáticamente fantástica. También influye que, tras un año muy productivo, como fue el 2014, la cepa parte de cero y al año siguiente los racimos son más pequeños, se retardan.

¿Alguna de las parcelas ha despuntado de manera excepcional?

Los años excelentes, y yo creo que este año lo va a ser, tienen la ventaja de que la maduración se produce de una manera homogénea. Es en años no tan buenos es cuando se ven  diferencias más acusadas entre unas parcelas y otras. Lo que sí es verdad es que en las primeras analíticas, la viña más vieja que tenemos (32 años) se muestra por delante de los otros viñedos, el estrés hídrico lo ha soportado muchísimo mejor y hay un mayor equilibro entre azúcares y acidez que en las parcelas más jóvenes. Esto demuestra que estas viñas están acostumbradas, adaptadas a las condiciones de la zona, y responden mejor. Asimismo influye le terrero y esa viña, este año, ¡tiene una pinta impresionante!

Rafael Cuerda, por último, comenta que la vendimia comenzará en torno al 21 o 22 de septiembre con las parcelas que están más adelantadas.

¡Próspera vendimia 2015!

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