Como dice un refrán, con vino añejo y pan tierno se pasa el invierno y, como bien dice otro, comer sin pan y sin vino, es locura o desatino. Y podemos estar de acuerdo, ¿cómo no? Sin embargo y por fortuna, hoy podemos disfrutar de lo que sin duda es uno de los grandes placeres, y podemos hacerlo en verano y en invierno y por supuesto, siempre, siempre con tino, porque aunque no lo dice ningún refrán, no debería haber tapa sin buen vino.

¿Qué tapas te gustan más? ¿Con qué las acompañas? Como cualquier plato que se precie, las tapas encuentran también en el vino a uno de sus mejores acompañantes, pero afortunadamente, no a todas les gusta el mismo.

Así, tan importante es elegir los locales adecuados para salir a tomar unas buenas tapas, como saber que allá donde las pidamos disponen de una carta de vinos perfecta para acompañarlas. Difícil ignorar una oferta de exquisito jamón ibérico, calamares, ensaladilla rusa, gambas al ajillo, verduras a la plancha o la omnipresente tortilla de patatas, ¿no es verdad?

Muchos de los fines de semana empiezan, precisamente, por ese tapeo que puede dejar a más de uno sin ganas de llegar a la comida. Es normal. Para ir abriendo boca, una ensaladilla y algún vino blanco. La oferta es amplia, tanto como paladares dispuestos a dejarse seducir por un Albariño, un Verdejo o un Sauvignon Blanc, entre otros.

De tapas y de vinos, un buen maridaje

Pero no queremos terminar con la segunda de nuestras tapas, las verduras a la plancha, hechas para seguir haciéndose acompañar por un buen vino blanco. Los más exigentes pueden cambiar, pueden sustituir el  Sauvignon Blanc por un Godello y los que prefieran productos de la tierra, ¿por qué no un Moscatel antes de pasar al queso?

No hay dos sin tres, ni tapa de queso sin tapa de jamón. El jamón ibérico y el Fino son casi inseparables, como lo son también la ensaladilla rusa o el pulpo y el vino blanco joven, bocados pensados para pasar inmediatamente después, a un tinto joven con una tapita de albóndigas o un estofado en salsa acompañado de un Tempranillo con crianza de la Ribera del Duero.

¿No quieres carne? ¿Ni roja ni blanca? Si lo tuyo es el pescado y el marisco, se aconseja seguir con un blanco fermentado en barrica y unas almejas a la marinera, marisco a la parrilla o ahumados.

La oferta de vinos y de tapas es inmensa, tan inmensa como expertos en tapeo dispuestos a  probar las novedades y los maridajes que llenan las cartas de nuestros hosteleros, esos que por experiencia saben que torreznos sin vino es como olla sin tocino.