Comenge El Origen-Familia Comenge

 

¿Eres más de Comenge el Origen o de Familia Comenge? ¿O te pasa como a nosotros y no sabes cuál escoger? Tampoco tienes por qué hacerlo, ya que ambos representan la riqueza, elegancia y complejidad de la Denominación de Origen Ribera del Duero.

En este post, queremos explicar la diferencia de estos dos vinos emblemáticos de Bodegas Comenge, los cuales están disponibles en nuestra tienda on-line.

El viñedo

La primera distinción entre Comenge el Origen y Familia Comenge es la procedencia de la uva. Ambos vinos están elaborados con Tempranillo, la variedad por antonomasia de la Ribera del Duero, de nuestras parcelas propias, que cuentan con el certificado de agricultura ecológica. Por tanto, los tratamientos orgánicos y las prácticas culturales que se llevan a cabo en las parcelas son idénticas. Evidentemente hay que tener en cuenta que cada una de ellas tiene una orientación y tipo de suelo distinto.

La diferencia fundamental es que Familia Comenge procede de un único majuelo, mientras que Comenge el Origen es una mezcla de 17 micro-parcelas diferentes.

El Viñedo de los Ismas da lugar a Familia Comenge, una viña plantada en 1982 en una ladera empinada en la falda del Pico de las Pinzas de Curiel de Duero. La parte más alta está a 860 metros de altitud y la más baja está a 830 metros. El suelo está compuesto por arcilla y caliza, lo que favorece una maduración lenta y homogénea de la uva.

En el caso de Comenge el Origen, es el reflejo de muchos viñedos pequeñitos, repartidos entre Curiel y Pesquera. Cada una de las 17 parcelas se vinifica por separado, con el fin de extraer todo su potencial. Las tres más importantes son el Pago de Los Almendros, la Viña de Carrapiñel y el Viñedo de la Cruz de Canto.

El Pago de los Almendros está en Curiel, en una ladera de suelo calizo, rodeado de almendros, robles y aromáticas. La Viña de Carrapiñel está en Pesquera, también en una ladera, pero esta vez el suelo es de arcilla y algo de marga. El Viñedo de la Cruz de Canto está al lado de la bodega, en una suave la ladera con suelo arcilloso y arenoso.

La crianza

Para Comenge el Origen apostamos por una crianza de 12 o 14 meses (en función de la añada) en barricas de roble francés nuevo y de primer y segundo año. Con Familia Comenge quisimos recuperar los vinos de largas crianzas de la Ribera del Duero y por ello permanece en barricas de roble francés durante 24 – 28 meses, de las cuales la mitad son nuevas. En ambos casos es muy importante el tiempo durante el cual los vinos se afinan en botella antes de salir al mercado.

La cata

Aunque ambos vinos están, como hemos comentado, elaborados con Tempranillo, en ellos encontramos diferentes aromas y sensaciones en boca. En Comenge el Origen es intenso en nariz y prevalecen los aromas primarios (frutos rojos y negros) y el regaliz, características de la variedad. En la boca muestra una fresca acidez y unos taninos dulces y jugosos que invitan a beber una y otra vez.

Familia Comenge presenta una mayor intensidad de color y su aroma es más especiado y delicado, con recuerdos de fruta madura, hierbas aromáticas y agradables sensaciones balsámicas. Su tanino es más fino y pulido, puro terciopelo en boca, haciendo gala de esa larga crianza en barrica que le aporta un agradable y largo postgusto en el paladar. En definitiva, la esencia de un maravilloso paisaje y un magnífico viñedo conservado en una botella.